Estoy como un niño con zapatos nuevos, ya tengo mi Sony Ericsson P900 reparado y la avería causada por el S.A.T. ha sido sufragada por ellos mismos, por lo que el hecho de poner una reclamación ha valido la pena, ya dije que contaría en estas páginas el resultado final de las gestiones y ha sido positivo, sin llegar siquiera a depositar la reclamación en la Oficina del Consumidor, así que .... perfecto.
Parece ser que la ayuda moral y el impulso que tuve para poner la reclamación me van a costar una cenita, pero no me importa en absoluto ya que disfrutaré de la compañía y espero que también de los yantares y encima con teléfono arreglado. ¿Que más puedo pedir?
Parece ser que la ayuda moral y el impulso que tuve para poner la reclamación me van a costar una cenita, pero no me importa en absoluto ya que disfrutaré de la compañía y espero que también de los yantares y encima con teléfono arreglado. ¿Que más puedo pedir?
2 comentarios:
La verdad es que aunque digan que hay que reclamar y ejercer el derecho que tenemos, hay que reconocer que no se puede comparar la fuerza de una gran empresa con la de una persona. Nunca podremos "pelear", no estamos en igualdad de condiciones.
Así que, visto lo visto, te felicito, y me parece muy bien que invites a una cena a esa persona que te animó a ejercer el derecho a la pataleta ;-)
Por cierto, el otro día en una cena quisieron cobrarnos más de lo que tocaba y también ejercí mi derecho a la pataleta...y fue bien. A veces hay suerte...
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