domingo, septiembre 25, 2005

BAUTIZO

Me voy a a participar de la inscripción de mi segundo sobrino en la iglesia católica y cristiana, una de tantas iglesias en la que sus padres no creen, pero a la que los convencionalismos sociales y su necesidad de realizar festejos sociales les ayudan a pertenecer. Parece mentira que sigamos precisando de ritos eclesiásticos para disfrutar de convocatorias laicas, no sé si es un problema educativo o social, pero desde aquí, mi más gran desacuerdo con la incoherencia a todos los niveles.

La incoherencia destruye a las personas, por ende a las sociedades y destruye las posibilidades de comunicación inteligente entre los seres inteligentes.

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