Podría ser el inicio de algo, pero en este caso me refiero al punto en el que te juegas ganar o perder, entrar o salir, vivir o morir. A veces resulta triste que todo un partido sea juzgado por un único punto, pero tampoco me refiero a eso. El sábado pasado estuve viendo "Match Point" de Woody Allen, en V.O. en el cine de verano de la Filmoteca de Valencia. Por unas cosas y otras se me había pasado hasta que he tenido la oportunidad. La película me gustó mucho, me pareció una de las mejores de Woody Allen, la interpretación de los actores excelente, muy creíbles todos; la fotografía muy buena; el guión muy suyo, haciendo referencia continua a las luchas internas del protagonista, pero con la ausencia del psicoanálisis (lo cual se agradece); el tempo de la película adecuado. En definitiva una película más que acertada y que te hace pensar.
A título personal estoy de acuerdo en que no queremos ver que dependemos de la suerte porque es una putada depender de la suerte y también porque quizás seamos todos un poco perdedores. No es normal que tu vida sea una sucesión de golpes de suerte como la del protagonista de la película y que siempre la pelota caiga del lado correcto de la red, para otorgarte ese punto. Parece que la suerte suponga la ausencia de esfuerzo y generalmente a casi todos nos resulta más fácil y más romántico identificarnos con el perdedor. Hoy leía una entrevista a F. Ibáñez (creador entre muchos otros de Mortadelo y Filemón) y le preguntaban lo que le seducía del perdedor, a lo que respondía : "El esfuerzo que hará la vez siguiente por no perder.Es bonito". Quizás Chris Wilson realiza el esfuerzo de asesinar con el fin de evitar perder también en la cancha de la vida luego de haberlo hecho en la de tenis.
Un único pero al guión y es la incongruencia que supone identificar un tiro de escopeta de caza por un tiro de escopeta de cañones recortados por parte de la policía londinense. Todo el mundo que haya leído un poquito sabe que los efectos del disparo son totalmente distintos y eso se obvia en la película permitiendo el final escrito previamente.
Por lo demás, un buen rato en un escenario más que adecuado como es el antiguo cauce del Turia en una tranquila noche de agosto.
A título personal estoy de acuerdo en que no queremos ver que dependemos de la suerte porque es una putada depender de la suerte y también porque quizás seamos todos un poco perdedores. No es normal que tu vida sea una sucesión de golpes de suerte como la del protagonista de la película y que siempre la pelota caiga del lado correcto de la red, para otorgarte ese punto. Parece que la suerte suponga la ausencia de esfuerzo y generalmente a casi todos nos resulta más fácil y más romántico identificarnos con el perdedor. Hoy leía una entrevista a F. Ibáñez (creador entre muchos otros de Mortadelo y Filemón) y le preguntaban lo que le seducía del perdedor, a lo que respondía : "El esfuerzo que hará la vez siguiente por no perder.Es bonito". Quizás Chris Wilson realiza el esfuerzo de asesinar con el fin de evitar perder también en la cancha de la vida luego de haberlo hecho en la de tenis.
Un único pero al guión y es la incongruencia que supone identificar un tiro de escopeta de caza por un tiro de escopeta de cañones recortados por parte de la policía londinense. Todo el mundo que haya leído un poquito sabe que los efectos del disparo son totalmente distintos y eso se obvia en la película permitiendo el final escrito previamente.
Por lo demás, un buen rato en un escenario más que adecuado como es el antiguo cauce del Turia en una tranquila noche de agosto.
2 comentarios:
El guión de esta película no es más que una adaptación "moderna" de "Crimen y castigo" de Dostoievski, de hecho Allen lo reconoce haciendo que el protagonista lea el libro en cuestión al principio de la obra. Bueno, lo reconoce o le hace un guiño o pretende ocultarlo
La película la he visto y me ha gustado mucho. Logra mantener la atención del espectador de principio a fin y eso es lo que persigue cualquier director de cine. Woody Allen lo ha conseguido.
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