miércoles, abril 04, 2007

VIA CRUCIS TRIBULATORIO

Nunca he sido un fanático religioso, es más diría que nunca he sido en cuanto apenas religioso, pero estos días de pasión dolorosa me siento arrastrando mi cruz particular por el camposanto del comercio nacional y autonómico. No puedo dar muchas pistas, pero si reflejar mi estado emocional, que a buen seguro resucitará en breve, quizás incluso antes del tercer día. Pocas cosas más duras en la vida laboral que ejercer de kamikaze y por más que lo intento no encuentro el sentido islámico que les permite hacerlo con convencimiento. Debe ser porque no creo que me vaya a jubilar junto a Alá con decenas de huríes y sus sensuales bailes. Más bien veo muy duro el camino hasta mi jubilación y creo que cada día me queda más que sufrir, al revés de como debía ser, que la cuesta fuera más suave todavía gracias a la experiencia acumulada. Quizás las empresas debían conseguir primero que fueramos fanáticos con incapacidad para pensar y decidir por nuestra parte y luego mandarnos a arriesgadas misiones en las que habitualmente nos suicidamos repetitivamente.

Bueno ya he volcado mi agonía, lo cual espero que me permita que desaparezca de mi interior, al menos por unas horas y espero que sean las suficientes como para poder enlazar con mis vacaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jodida situación la que describes...
Ánimo, que seguro que en unos días no lo ves tan negro.