DIQUE SECO O EL CEMENTERIO DE LOS BLOGS ABANDONADOS

Tres meses sin publicar, tres meses sin escribir en público, pese a que sé que sigo siendo la página de inicio en algún que otro ordenador (aunque sea de la familia). ¿Desidia, abandono, indolencia, pereza? , pues de todo un poco acompañado de una realidad desconocida. Realidad desconocida que no es otra que el cambio que supone en uno mismo el hecho de generar descendencia. Bien es cierto que yo no tengo cambios hormonales, ni mi cuerpo sufre transformaciones y que mi estado de ánimo no vive alteraciones extrañas, pero si que es cierto que las necesidades cambian y pese a que los dos últimos años tenía una necesidad casi diaria de comunicarme con este hiperespacio, en estos últimos tres meses mi necesidad ha sido la de dejar este espacio vacío.

No sé lo que ocurrirá en los próximos días o meses ni si tendré ganas de escribir o no, pero si que hacía tiempo que tenía ganas de ponerle un título al vacío, título que no es otro que el reconocimiento del abandono que sufre este espacio. A ratos me da pena, pero tengo mi tiempo totalmente ocupado con otras muchas cosas por lo que realmente no me sobra mucho tiempo para pensar en ello y pese a que en los últimos meses me han ocurrido muchas cosas dignas de comentar este espacio ha seguido siendo un páramo helado, frío y blanco. Hasta hoy, día en el que el reconocimiento de una persona por este espacio abandonado me ha traído de nuevo aquí , a poner el cartel de cerrado, aunque sea temporalmente. Al menos, que quien venga por aquí, sepa que debe buscar en los archivos de esta página que es donde se encuentran unos cuantos trozos de mi que pueden arrancar alguna sonrisa.