PRÓXIMA ESTACIÓN ... ESPERANZA

Le robo el título a Manu Chao, aunque nunca haya sido uno de mis artistas preferidos (pero si muy respetado), ya que andaba pensando en las estaciones físicas de tren y su similitud con la vida. La vieja comparación en la que cada una de las personas que pasan por la estación son los acontecimientos de la vida de esa misma estación, y el denominador común de todas las personas no es más que la esperanza. Todos tenemos esperanza en algo, generalmente en el cambio de aquello que no funciona como nos gustaría. Esa es una esperanza básica y a la vez motor, motor sin el cual, posiblemente no habría próxima estación, por lo que me parece un nombre superadecuado y cada vez que lo pienso, más bonito.

Ayer estuve cerca de dos horas esperando un tren y cuantas veces en nuestra vida esperamos , días, meses o años para que pase un tren al que subirnos, tren que nos debe de conducir a nuestras ilusiones. Ese tren que se ha musicado y del que se ha escrito tanto, que cuando busco por la red información, pienso que nada puedo decir pues ya está todo escrito sobre él, se ha escrito de los trenes de medianoche por La Frontera, de los asaltos al tren, de las estaciones de esperanza, de los trenes que se pierden, del tren de la paz de Cat Stevens, de trenes de largo recorrido versioneados por La Unión, del tren al cielo de Soledad Giménez, de el tren (sin más) de Coti, Victor Manuel cantó a un tren de madera y Mocedades el Cha Cha Cha del Tren, incluso hay un newsgroup de canciones ferroviarias.

La verdad es que no pensaba escribir de trenes sino de estaciones, pero entre el amigo Manu Chao y los trenes me han dejado sin post, así que como ya no me queda mucho más que escribir, al menos voy a dirigirme a mi próxima estación ... ESPERANZA.