domingo, mayo 21, 2006

PROBLEMAS CRÓNICOS


Uno de ellos: mi adicción a los juguetitos. Esta semana he tenido en mi poder de lunes a jueves la preciosidad que veis a la izaquierda. Se trata de un teléfono con PDA que incluye wifi 802.11 g , bluetooth 2.0, tribanda, cámara de 2 megapixel, el último S.O. de windows (que mejora al anterior). Una virguería de juguetito y eso que no le he cargado nada de software que no sea el propio, por el tema de la devolución, claro. Podeis leer sus virtudes en cualquiera de los foros especializados, en la que se ensalza como la mejor máquina del momento, únicamente superada por otro modelo que incorpora el GPS (yo lo prefiero separado). Un tamaño adecuado y un peso simbólico son las virtudes finales de la máquina que han terminado por subyugar mi voluntad, por lo que en breve volverá a mi poder para no abandonarme durante una buena temporada. Para que os hagais una idea el tamaño de la foto solo es ligeramente SUPERIOR al real, sí habeis leido bien, superior. En cuanto supere mi problema de aceptación de caprichos que superan mis posibilidades será mía de nuevo, es lo que tiene hacerse mayor y ese punto de madurez, las locuras disminuyen proporcionalmente a los años cumplidos, pero lo superaré, lo juro.

Otro más, la falta de tiempo, no consigo solucionar ese problema, me veo superado por la cantidad de frentes laborables abiertos y no consigo hacerme dueño de mi tiempo, entre viajes de trabajo (que te condenan por su lejanía) y la acumulación de tareas a la vuelta de los mismos, no consigo mandar sobre mi agenda. Esta semana seguiré intentándolo y espero conseguir ese tiempo para mi que me permita escribir un rato y transcribir mis pensamientos dejando mi mente en blanco y proporcionándome esa sensación de vacío que deja el descargar tus ideas y consiguiendo esta relajación posterior al emborronamiento de un espacio. La verdad es que no pienso en quien lea, sino en mi tranquilidad al escribir. Por cierto, no solo quiero tiempo para escribir, sino para caminar, para leer y para disfrutar del tiempo libre. Ardua tarea, me parece, pero hay que ponerse altos objetivos para en el caso de quedarse a mitad de camino, quedar al menos satisfecho.

Otro más. la necesidad de devorar un libro cuando me gusta y el buscarlo en cualquier momento libre para seguir leyéndolo. Eso me hace leer en paquetes de dos o tres páginas por lo que pierdo a veces la perspectiva de pasar dos o tres horas leyendo, pero ... siempre pasa lo mismo. Me refiero a "La catedral del mar" que me tiene enganchadillo y del que en siete días me he "tragado" 550 de sus casi 700 páginas. Una novela más que recomendable, pese a ser un best seller.

Otro más, los recopilatorios, actualmente a la espera de comenzar a escuchar "Children of nuggets", teóricamente el mejor recopilatorio de música de garaje de los 80. Cien bandas y otras tantas canciones en cuatro CD´S que a buen seguro me proporcionarán alguna canción de cabecera para las próximas semanas.

Otro más, pues casi tantos como años tengo, así que no os voy a dar la lata, repito mis patrones de conducta y mis problemas y alegrías continuan siendo crónicos, aunque hay algunos de ellos de los que solo hablo con mi almohada ya que me sigo avergonzando de ellos. Así que si por si acaso pasa algún admirador/a por aquí y con el fin de no devaluar la imagen que se pueda haber hecho de mi, no me queda más que decir, que negaré todo lo que escribo en cualquier otro sitio que no sea este. Hasta otro rato, penitentes ...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacía días que no escribías, pero ahora nos has dado un poco de todo: tecnología, lectura, música...

Anónimo dijo...

precisamente son las confidencias de almohada lo que a los penitentes nos engancharía pero eso ya es por puro morbo así que respetaremos tus decisiones, y te advierto de que no te quejes mucho de que no tienes tiempo porque si algún día te llega el nieto, flipal..

Anónimo dijo...

Ese es mi nadador... (El regreso).